
“EN LAS AULAS”
Me viene a la memoria algo que un día escuché y que aprendí mientras acompañaba una amiga, en las aulas de la Facultad de Derecho. Un maestro le dijo:
- Para poder ganar pleitos, mi querida señorita. Un abogado, tres cosas tiene que saber y tener:
Primeramente: “Tener razón, saberla exponer y que te la quieran dar”.
· EN CASA
Un día por la tarde, mi madre me dejó con mis tíos, pues tenia muchas cosas que hacer.
Yo, sentadita en la alfombra oía conversar a tía Paquita haciendo punto y a mi tío Juan fumando.
Tío Juan le decía a su esposa. – Hacer punto para las mujeres debe dar el mismo placer que para nosotros el fumar.
Es posible, respondió tía Paquita. – Pero a nosotras cuando se nos escapa un punto no se hace un agujero en la alfombra.
DESEO DE HUMILDAD
Hola!
¿Sabes verdaderamente quién soy?
Soy alguien a quien has olvidado.
Soy alguien que desea lo mejor para ti.
Soy alguien que ha querido ser una amiga especial, naturalmente para ti y para muchos.
Pero, para mi desgracia te has olvidado de mí.
No has sabido darme la importancia, que me merezco y que yo te di, cuando te conocí.
¿Así, que hoy me pregunto?
¿Te acuerdas aún de mí?
Porque si yo te di mi amistad, mi sinceridad y cariño de amiga, tu me devolviste rencor, antipatía y altivez.
¿Si yo te ofrecí mi compañía, mi consejo y el camino, para juntas recorrer, por qué no lo quisiste?
¡No me valoras! Veo que no soy lo bastante para ti.
No emplees lo que dice el refrán: “cuando una persona habla mucho del dinero y la calidad de su persona, la mitad de la mitad”.
¿Cuando piensas cambiar?
Gracias por lo que me hiciste creer. Fue bonito mientras duró.
Yo, por el momento me quedo con el consuelo de que cuando una puerta se cierra, ciento se abren.
Marisa, 13/4/08
1 comentario:
Gracias por tu comentario Marisa.
Obdulia
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