
Seguro contra invitados.
Que placer se han terminado las fiestas.
Tanta ilusión esperando las fiestas: el encuentro con la familia, los regalos, la preparación de la mesa Navideña y un gran etcétera de cosas. Y porqué no decir, el placer que da, junto con el cansancio haberlo terminado todo.
Ayer por la tarde me senté a tomar un café con mi vecina Lola, charlábamos de cómo habían transcurrido las fiestas. - ¿Al final, tanta ilusión para qué? - Me decía Lola.
-Hemos terminado todos peleados, como cada año. Empezamos con buen pie pero siempre se termina sacando los trapos sucios de toda la familia.
Más tarde, recibimos la visita de otra vecina, Vicenta. Como cada año vino a tomar café con nosotras y nos recordó que este año faltaba Rosa la vecina que vive un poquitin más abajo. Hicimos un brindis para su pronta recuperación. Rosa, es mayor que nosotras pero de todas maneras ella, siempre tiene también toda la familia en casa. A veces nos explica, que tiene una familia que siempre se queja de mucho trabajo, y como ella vive sola; vienen a hacerle compañía.
Las cuatro siempre nos reunimos una vez al mes y pasamos la tarde juntas. Pero cuando hay fiestas, la cita se nos va al traste.
Como podéis imaginar, la conversación siempre va del trabajo que tenemos o del que nosotras creemos que nos dan los demás, el conflicto que hay entre las familias y los amigos, etc. Desgraciadamente siempre llegamos a la misma conclusión. - ¿Los problemas familiares, podrían ser envidias?
Dicen que la envidia es el deporte nacional. Y, Ustedes dirán que nosotras somos unas cotillas. ¿Y yo digo? ¿Si somos tan malas, porqué quieren reunirse cada año y fiestas de guardar en nuestra casa? Cuando llegan las fiestas, nadie se brinda a realizar las comidas en su hogar. Pocas veces nos invitan. Pero nosotras siempre tenemos la casa o la terraza llena de gente.
Como cada año, cuando terminamos nuestra primera merienda de año nuevo, nos proponemos que el próximo año sea diferente. Pero cada año se termina igual, toda la familia en casa, más los que se invitan solos.
Este año Vicenta ha venido con una nueva idea bastante ingeniosa. Es posible que si la pusiéramos en práctica, nos sacaría del atolladero de tanto trabajo y porque no decir, de tanta gorrería por parte de algunos.
Es la siguiente: tendríamos que confabularnos entre nosotras y estar naturalmente de mutuo acuerdo.
Cuando alguno de aquellos visitantes se presenta, la dueña de la casa le informa que muy contra su deseo se ve en la penosa necesidad de no poder acomodarlos, porque otros amigos acaban de llegar y van a estarse varias semanas. Corre enseguida a telefonear a los vecinos de la confabulación.
Un momento después se presentan éstos, cargados con maletas, para instalarse. Con lo cual el gorrón sólo le queda……. “ahuecar el ala”.
¿Es muy fácil decir todo esto verdad? ¿Lo pondrá alguien en práctica?
En fin, hasta el año que viene. Disfrutad el 2009, como si fuera el último con familiares i amigos. Y como dice el refrán “Haz bien y no mires a quién”
Enorgulleceos de todo lo que hacéis, y si estáis cansadas/os, habrá algún día que podremos descansar para siempre.
MARISA, 7-1-2009
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